Recuerdo mi primer guante de beisbol como si lo tuviera entre mis manos. Un guante negro para outfielder marca “Palomares”, no era nuevo cuando lo recibí, ni siquiera lo elegí yo de entre otros posibles, me lo entregó mi padre y créame cuando le aseguro que, a mi entender, yo tenía el mejor guante en todo el mundo. Con ese guante mi padre me enseñó a recibir. Tal vez pensó que me estaba dando una forma de pasar el tiempo, una afición más. Lo que no imaginó, y yo en ese momento tampoco, es que en ese sencillo gesto me entregaba algo que amaría el resto de mi vida, el beisbol.
Este próximo domingo 15 de junio se festeja el Día del Padre y los equipos de MLB tendrán actividades conmemorativas por esta celebración intrínsecamente ligada al béisbol, una pasión que suele transmitirse de padres a hijos.
No son pocas las duplas padres – hijos que han jugado en Grandes Ligas, recordemos algunas de las más representativas:
Bobby Bonds y Barry Bonds
Bobby Bonds fue un jugador completo con el poder y velocidad necesarios para conseguir en cinco ocasiones la marca de 30 homeruns y 30 bases robadas, así como participar en 3 juegos de estrellas. Conectó 332 Homeruns en toda su carrera, consiguió 461 bases robadas y un OPS de .820
A pesar de esos buenos números, Barry Bonds supera y por mucho lo conseguido por su padre, y es que estamos hablando del más grande bateador de todos los tiempos. 14 veces All Star, con el récord de más cuadrangulares de por vida con 762 y 7 veces Jugador MásValioso de la Liga Nacional.
Cecil Fielder y Prince Fielder
El caso de los Fielder es particular, ambos con una complexión física que difícilmente les hubiera permitido jugar en el beisbol moderno y que los limitaba en su ejecución atlética, pero favorecía en el poder de sus batazos. Curiosamente, ambos conectaron el mismo número exacto de cuadrangulares en sus carreras: 319
Sandy Alomar y Roberto y Sandy Alomar Jr
El Puertorriqueño Sandy Alomar no solo tuvo uno, sino dos hijos jugando en grandes ligas.
Los 2 con el nombre de Sandy (padre e hijo) fueron buenos jugadores de la Gran Carpa, pero lo conseguido por Roberto lo sitúa en otro nivel.
Considerado por muchos uno de los mejores segunda base de todos los tiempos. Con promedio de bateo de .300 en su carrera, 210 homeruns, 474 bases robadas, 10 guantes de oro y 12 apariciones en el juego de estrellas, fue en 2011 el primer boricua en ingresar al Salón de la Fama.
Fernando Tatis Padre y Fernando Tatis Jr.
República Dominicana tiene también representantes de talento transgeneracional, uno de ellos es el caso de los Tatis.
Fernando Tatis padre tenía una discreta pero constante carrera en grandes ligas hasta el 23 de abril de 1999, día en que tuvo una cita con la historia. Jugando para los Cardenales de San Luis conectó dos Grand Slam en la misma entrada y ante el mismo lanzador (Chan Ho Park), un récord jamás igualado en ninguna liga de beisbol profesional.
Su hijo Fernando Tatis Jr. fue criado para convertirse en la estrella que es hoy con los Padres de San Diego. “El Bebo” como le llaman en su natal San Pedro de Macorís, es un jugador con velocidad, una defensa aceptable y gran poder y contacto, características que lo convirtieron en el rostro de una nueva generación de peloteros “sobrados” con un estilo agresivo y carisma natural que no pretende encajar en moldes de forzada modestia, sino que abraza una actitud intencionalmente provocadora que desafía y encanta a los aficionados.
Ken Griffey Sr. y Ken Griffey Jr.
Si tuviéramos que escoger una sola pareja de padre e hijo como referentes para esta celebración, me quedaría con la historia de losGriffey.
Ken Griffey padre inició en 1973 una carrera en grandes ligas que duraría 18 años, en los que conectó 152 cuadrangulares y participó en 3 juegos de estrellas, conquistó 2 títulos de Serie Mundial con la Maquina Roja de Cincinnati a mediados de los 70. Su hijo Ken Griffey Jr, debutó con los Marineros de Seattle cuando tenía apenas 19 años y se convirtió inmediatamente en una estrella, el muchacho poseía las “6 herramientas”, contacto, poder, velocidad, defensa, brazo y agréguele una última que fue su sello personal, elegancia.
Griffey Jr tuvo una brillante carrera de 22 años en Grandes Ligas en los que acumuló 630 cuadrangulares, 1836 carreras impulsadas y 13 apariciones en el juego de estrellas, para finalmente ser exaltado al Salón de la Fama en el 2016.
En 1990 cuando Griffey padre tenía 40 años fue liberado por Cincinnati y firmado por Seattle para unirse a una alineación que tenía como estrella principal a su hijo de apenas 20 años. El 31 de agosto de 1990 jugaron su primer juego en el mismo line up, una hazaña que no se ha repetido en la historia. Pero el clímax de esta historia llegó el 14 de septiembre de ese mismo año, cuando los Mariners visitaban a los Angels en el Anaheim Stadium. El primer bateador del juego fue Harold Reynolds quien recibió una base por bolas, después tocó el turno de Griffey padre quien en cuenta de 0 y 2 conectó cuadrangular de 2 carreras por el jardín izquierdo – central. El tercero en la alineación y siguiente bateador en la misma primera entrada fue su hijo, que conectó homerun solitario por el mismo lado de la barda, convirtiéndose así, en la única pareja padre e hijo en conectar homeruns espalda con espalda.
Ya han pasado algunos muchos años desde que recibí aquel guante negro Palomares, en realidad no supe cuando lo reemplace, no sé en donde terminó ni cuando eso ocurrió, pero si cierro los ojos, le aseguro que aún puedo verlo claramente y me siento orgulloso, porque yo tuve el mejor guante y también el mejor papá del mundo.
La pelota es redonda
Pero viene en caja cuadrada
Luis Felipe Alvarez
luisfe143102@gmail.com

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